Viajero
errante, corriendo sin rumbo, visitando miles de mundos tan fugaces como el
viento en susurro.
Descubridor
de personalidades, buscador de acompañantes, visitante de desconocidos y viejas
amistades.
Indagador
de riesgo y diversión, de aventura y distracción, en mitad de un trayecto
desconocido por todos. Oculto hasta para él mismo.
¿Quién
es? Él también se lo pregunta, pues no lo sabe. Se engaña, interpreta y nunca
se sabe. Ni siquiera cuándo charla seriamente.
Curioso
e infantil a pesar de ser frío y severo, calculando cada movimiento pese a su inocente
gesto.
Juega
con mentes, mas la suya también es un juguete. Prueba y experimenta, como si
eso funcionase. Examina reacciones y se entretiene.
Pícaro
como él solo, astuto que a veces finge ser bobo. Observa a todo el mundo,
analizándolo, en busca del no abandono.
¿Quién
es? Él también se lo pregunta, pues no lo sabe. Se engaña, interpreta y nunca
se sabe. Ni siquiera cuándo habla seriamente.
Seguro
pero inquieto. Indeciso pero estable. De cambiante actitud según el momento, adaptándose
a cada advenimiento.
Insensato
discreto, respetuoso inescrupuloso, caballero sin dudarlo. Mas de ética y moral
cuestionable, pues actúa según cree.
De
extrema preocupación despreocupada, incansable que cansa, estudiante de todo y
nada. Que forja historias alrededor de su existencia.
¿Quién
es? Él también se lo pregunta, pues no lo sabe. Se engaña, interpreta y nunca
se sabe. Ni siquiera cuándo conversa seriamente.
Alma
rota, repartida entre miles de personas. Fragmentos extraviados, en manos
idiotas. De engreída humildad y modesta superioridad.
Conducta
inexplicable, de bondad dudable e importancia imperceptible. Deja granos de
arena dispersos, que se pierden en el olvido.
Con temperamento
inestable, con opinión variable. Pero firme a sus bases, firme a sus pilares.
Todos ellos, siempre inmutables.
¿Quién
es? Él también se lo pregunta, pues no lo sabe. Se engaña, interpreta y nunca
se sabe. Ni siquiera cuándo dialoga seriamente.
Corrector
corregible, juez que de mal y bien no distingue. De fácil descuido y despiste atento,
que calla hablando, y cuando habla no dice.
Guardador
de secretos, ocultador de verdades, mentiroso de pacotilla que engatusa con
certezas claras como el día.
Impaciente
que espera, paciente que exaspera. Todo debido a su complicado carácter, que ni
siquiera él comprende. Siendo un extraño hasta para su intelecto.
¿Quién
es? Él también se lo pregunta, pues no lo sabe. Se engaña, interpreta y nunca
se sabe. Ni siquiera cuándo platica seriamente.
Contador
de fábulas. Cumplidor de palabra. Amante de todo. Crédulo emocionado. Genio
inconstante. Torpe permanente. Soñador inalterable. Vagabundo voluble. Hablador
silencioso.
Pero
nunca prestigioso.
Fabulosa redacción.
ResponderEliminarDesde luego se ve que eres una persona sobre todo interesante y que puede llegar a merecer la pena conocer.
Es difícil encontrar algo tan hermoso en este mundo.